La exhumación de Franco... ¡en manos de la Iglesia!

Ayer, la comisión de expertos que en mayo ya había designado el Gobierno propuso en su último informe que los restos del dictador -sí, fue un dictador, por mucho que no quiera reconocerlo la Real Academia de Historia (RAH)- sean exhumados y entregados a sus familiares. Hasta aquí, bien, pues es algo que los activistas por la Memoria Histórica llevamos pidiendo años y años. Pero, ¿cuál es el aspecto más negativo, si no inconcebible, de esta propuesta? Sin duda, que la exhumación de tales restos queda, nada más y nada menos, que ¡en manos de la Iglesia Católica! Sí, de la iglesia, esa institución que fue la principal aliada de Franco desde que este tomó la decisión de declararle la guerra a la Segunda República Española; una institución que, 36 años después de la muerte del mayor genocida que ocupa las páginas más negras de nuestra historia, aun no ha condenado el golpe de Estado del 36 ni los casi 40 años de dictadura franquista. Pero tampoco es algo que pudiésemos esperar, pues, ni siquiera José Bono, presidente de la Cámara Baja y 'falangista' en el seno del Partido Socialista Obrero Español -que, ni es socialista ni es obrero-, quiso condenar el golpe en la citada institución el 18 de julio de este año. Asimismo, ya no hablamos únicamente de la iglesia, ni de la reaccionaria Conferencia Episcopal, sino también de ese partido que, de tapadillo, aunque también públicamente, apoya un período criminal de cuarenta años. Tampoco es de extrañar, pues es un partido conformado por los herederos ideológicos de aquel. Dicho grupo ha ganado unas elecciones el pasado 20 de noviembre -gran paradoja- con mayoría absoluta. Antes esto, ¿esperamos que se ofrezca a tomar parte de ese proyecto de hacer del Valle de los Caídos un centro de interpretación de la historia? En ese caso, ¿cuál sería la historia contada? Las respuestas, naturalmente, pueden ser de todo tipo. También es este partido el que siempre se ha negado a ser partidario de la justicia para las víctimas. Bueno, no es del todo cierto, para las víctimas de ETA, que merecen la misma justicia y la misma reparación, sí, aunque solo sea por sacar rédito de ello, por electoralismos, o por oportunismos, tanto particulares como colectivos.

Por otra parte, y dejando al margen todo lo dicho hasta aquí, ¿Cómo hemos permitido que, después de 36 años, se siga teniendo en un mausoleo a un ser tan criminal? ¿Es que no están Gadaffi en una duna de arena? ¿Es que no está Bin Laden junto a un banco de peces? (De la organización terrorista y neoliberal de la OTAN podremos hablar en otro momento).

Ya el PSOE aprobó, a última hora y sin buena letra, una Ley de Memoria Histórica que es, cuanto menos, injusta y desierta. Dicha ley ha permitido que se sigan realizando homenajes al Franquismo en cualquier rincón de España. Dicha ley establece una bochornosa diferenciación entre las víctimas de un período de la dictadura y otro. Dicha ley permite... en fin, permite muchísimas cosas que para los activistas por la memoria y para los que descendemos de familias represaliadas son despreciables, abyectas, indignas.

En conclusión, nos queda mucho trabajo y mucha lucha por delante, el fascismo en este país nunca ha sido derrotado, ni juzgado; sino aplaudido y perdonado. Si se concede amnistía a una dictadura, las heridas que esta generó siempre permanercán abiertas. Si no se condena un golpe de Estado, se da vía libre a que se repita.

¡Memoria, Justicia y Reparación!