miércoles, 6 de marzo de 2013

Hasta la victoria siempre

Ayer, alrededor de las 22:00 horas, muchos recibíamos con tristeza la noticia del fallecimiento del presidente venezolano Hugo Chávez, icono de la América Latina rebelde, revolucionaria y uno de los símbolos de todos los pueblos del mundo que luchan día sí y día también por la emancipación del imperio, del poder económico capitalista y del entramado mediático.

Chávez, procedente del seno de una familia obrera, apareció por primera vez en el escenario internacional tras el intento revolucionario de 1992, en el que él y otros jóvenes oficiales trataron de derrocar al entonces presidente Carlos Andrés Pérez, máximo responsable de las casi 3.000 muertes provocadas tres años antes, los días 27 y 28 de febrero de 1989 durante lo que conocemos como el Caracazo, momento en el que cientos de miles de venezolanos se rebelaron contra un paquete de planes económicos que había anunciado el gobierno y que había sido diseñado y promovido por el Fondo Monetario Internacional. El ejército y la policía, a las órdenes del gobierno, masacraron a miles de civiles. Pocos años después, con esas muertes directas a sus espaladas, tales medidas solo se tradujeron en un incremento de la pobreza, el paro, el hambre y la miseria... Hasta suena cercano, ¿verdad?

El intento fracasó, y Hugo Chávez tuvo que enfrentarse a varios años de prisión, pero esto no evitó que entre el pueblo trabajador venezolano se sembrara una semilla que pronto supondría la cosecha de un espíritu rebelde, revolucionario y emancipador. Tanto fue así, que después de salir de la cárcel y dotar de contenido su proyecto, Chávez asumiría el poder el 2 de febrero de 1999 jurando sobre, en propias palabras del Comandante, la moribunda Constitución de 1961, tras su victoria electoral de noviembre de 1998 con un respaldo popular del 56,2%. Y tenía razón cuando hablaba de Constitución moribunda, porque, poco después, en abril del mismo año, se celebraría un referéndum en el que un aplastante 84,74% decidiría convocar a una Asamblea Constituyente que redactase la nueva Constitución Bolivariana. Y así fue: se redactó y, en diciembre de 1999, un año después del triunfo electoral de Chávez, el 71,78% aprobó mediante referéndum la nueva Constitución. Es en este momento donde suele situarse el pistoletazo de salida de la Revolución Bolivariana, caracterizada por la independencia del pueblo venezolano del imperio y las oligarquías económicas de EEUU y Europa occidental, la construcción del socialismo y la solidaridad internacionalista.

No seré yo quien considere sinónimos los conceptos de democracia y urnas, pues básicamente porque vivimos bajo una democracia burguesa al servicio de los dictados del capitalismo, que se canalizan por instituciones como el BCE, el FMI o la UE; pero, quienes si lo hace y se llenan la boca con palabras como democracia, votos, urnas, etc., y se sienten legitimados para señalar qué país es democrático y cuál no deberían recurrir a otra excusa o, al menos, preparar mejor sus argumentos, para tachar a Hugo Chávez de dictador. Porque si algo ha habido en Venezuela ha sido democracia, votos, urnas y demás. Y no solo me refiero a los procesos que ya he señalado, sino a esos y a todos los demás que han venido después y que más adelante señalaré. Sencillamente, es obvio el papel que han desempañado en nuestro país los lobbies mediáticos y los intelectuales orgánicos para manipular, cuando no desinformar, sobre todo lo que sucede en Venezuela y, para presentar como democrático y bueno algo como el golpe de Estado de 2002, ejecutado por la patronal venezolana Fedecámaras, jaleado por medios como El País, aplaudido por gobiernos extranjeros como el estadounidense, presidido por George Bush, o el español, presidido por José María Aznar. Criminales de guerra aparte...

Dicho esto, pasaré a anunciar un conjunto de datos sociales y económicos que derriban tajantemente la cantidad de desinformación, las reiteradas mentiras y los continuos insultos que durante años han vertido contra Venezuela y que, sin ninguna duda, seguirán vertiendo. Allá vamos:

Según el Instituto Nacional de Estadística de Venezuela y el Banco Central de Venezuela, y avalado por organizaciones internacional, la pobreza relativa descendió del 70,8% en el año 1996, al 26,7% en 2009, y al 21% en 2012. En el caso de la pobreza extrema o absoluta, la tasa del 39,5% de 1996 se redujo a un 7,5% en 2009 y a un 6,5% en 2012. Cabe añadir que, por establecer una analogía con la pobreza relativa en Venezuela, en España, según el INE, el 21,1% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza...


Asimismo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CELAC) anunció en su informe de enero de 2012 que Venezuela, junto con Ecuador, había logrado la mayor tasa de reducción de la pobreza entre los años 1996 y 2010.

En cuanto al gasto social como porcentaje del Producto Interior Bruto, entre los años 1988 y 1998, acumulaba el 8%, mientras que entre 1999 y 2010 tal inversión fue de más de 330.000 millones de dólares o, lo que es lo mismo, alrededor del 20% del PIB.

El Banco Central de Venezuela también nos proporciona datos sobre la evolución del PIB en 2011 y 2012: Venezuela cerró con un crecimiento del 4,2% en 2011 y del 5,5% en 2012, año que acabó con un 6,4% de paro frente al más del 25% en España. Igualmente, en el siguiente gráfico puede apreciarse la evolución del PIB en los años anteriores y cómo influyeron los actos de sabotaje de la patronal y el golpe de Estado de 2002:



Para continuar con el ámbito del trabajo, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en Venezuela era de 185 dólares en 1998, mientras que a día de hoy supera los 550 dólares. Tan solo en 2012, y con la aprobación de la nueva LOT (Ley Orgánica del Trabajo), el gobierno venezolano aumentó el SMI un 30%: un 15% en el pasado mes de mayo, y un 15% en el pasado mes de septiembre. En España, tras cuatro años sin subirlo, el pasado enero no los han incremento un 0,6%, poco más de 3€. ¿Comparaciones odiosas?

Además, mientras en 1998 solo alrededor de 387.000 jubilados recibían su pensión, en 2012 lo hicieron 1.916.618, con una pensión homologada al SMI.

Frente a lo que se nos dice, o mejor, se nos bombardea una y otra vez, de que en Venezuela no existe la pluralidad informativa ni la libertad de expresión, no puede haber una realidad que contrarreste mejor tal afirmación. Con lo primero, supongo que se referirán a la envidiable pluralidad que gozamos en nuestro país: cuatro de las portadas de hoy llevan una imagen de Hugo Chávez junto a la palabra caudillo. Tener más o menos periódicos no implica mayor pluralidad, basta con la existencia de monopolios, como el del magnate Lara Bosch (La Razón, Antena 3, La Sexta…), para evidencia la ausencia de pluralidad. Y, con lo segundo, supongo que se alude a la presencia en Venezuela de decenas de reporteros de medios del Estado español, a la existencia de 61 canales de televisión privados frente a 13 públicos, o a portadas como la siguiente:


Por otra parte, la inversión en vivienda no es un asunto baladí. Solo en el año 2011, en el marco de la Gran Misión Vivienda, en Venezuela se entregaron 146.022 viviendas de obra pública, mientras que en España hay millones de viviendas vacías en manos de la banca e inmobiliarias a la vez que ha habido más de 300.000 desahucios desde 2008. Según el CGPJ, la media de desahucios diarios es de 526. Claro que, mientras en Venezuela se nacionalizan sectores estratégicos como el petróleo o se nacionaliza un banco, con sus pérdidas y beneficios, aquí, como somos los máximos exponentes de la democracia, lo hacemos de otra manera: socializamos las pérdidas de la banca, SOLO las pérdidas, entregándoles millones de dinero público, permitimos que esa banca continúe desahuciando a familias y, cuando esa banca está saneada, la volvemos a privatizar. Es democracia, democracia burguesa. Capitalismo. Si va bien, que no intervenga el Estado; si va mal, que lo haga hasta que se recupere. Y así, también somos muy pioneros en socializa las deudas de clubes de fútbol, como ha hecho la Generalitat Valenciana con el Valencia C.F. Ya es sobrepasar los límites de la esquizofrenia paranoide.

Además, también cabe señalar, y para contrarrestar las mentiras de la trama mediática, la inversión sanitaria de los gobiernos de Hugo Chávez y lo que ha supuesto:

El número de médicos de atención primaria en el sector público se multiplicó por doce en nueve años: en 1998 eran solo 1.628 y, en 2007, la cantidad ascendía a 19.571. Esto supuso la atención de millones de venezolanos que, durante décadas, nunca habían tenido acceso a estos servicios básicos. Y, asimismo, mientras en 1998 había 18 médicos por cada 10.000 habitantes, en 2012 había 58 por cada 10.000. Y no es baladí tampoco la inversión en infraestructura sanitaria: la Misión Barrio Adentro logró para 2007 la construcción y habilitación de 8.621 centros de atención primaria, frente a los 1.728 existentes en 1998, año de la llegada de Chávez al poder.


Estrechamente ligado con lo anterior, en 1999, solo 355 enfermos de VIH recibían tratamiento antirretroviral por parte del gobierno, un dato que choca drásticamente con el de 18.538 que lo recibían solo siete años después, en 2006.

Otro aspecto muy importante que merece ser señalado, por su naturaleza básica, es el acceso al agua potable. De acuerdo con el Sistema de Indicadores Sociales de Venezuela (SISOV), en 1998 el 80% de los venezolanos tenían acceso al agua y el 62% al saneamiento. En 2007, los porcentajes habían aumentado, respectivamente, al 92% y al 82%.



En cuanto al desarrollo de otro de los derechos básicos, el de la educación, hay que destacar la inversión en personal docente: en 1998, cuando Hugo Chávez gana sus primeras elecciones presidenciales, el número de profesores en todos los niveles educativos era de 65.000. Catorce años después, en 2012, la cifra rondaba los 350.000. Esto ha hecho que se garantice el acceso pleno, público y universal a la educación y se haya erradicado, como avala la UNESCO, el analfabetismo. En la misma línea, Venezuela se situó en 2012 como el segundo país de América Latina y como el quinto del mundo en proporción de estudiantes universitarios.

En lo que se refiere a la solidaridad internacionalista, algo que para muchos en este país es cosa de dictadores, son merecedoras de mención las misiones conjuntas que ha desarrollado Venezuela junto con otros países como Cuba, con el que puso en marcha la Misión Milagro, centrada en atender a personas de toda América Latina que sufren glaucoma, cataratas, etc. Esta misión ha logrado devolver la visión a exactamente 1.143.708 personas. Esto para muchos será una nimiedad, ya que los países democráticos invaden otros mediante uno de los brazos armados del capitalismo: la OTAN. La OTAN es una organización que, como todos sabemos, realiza misiones humanitarias y exporta la democracia a otros territorios y países. A base de bombas, sí, pero bombas democráticas.

Aunque podría seguir desglosando datos hasta la saciedad, voy a terminar haciéndolo con algo que a muchos les gusta emplear para afirmar la existencia de democracia en un país y para, a su vez, negarla en otro asintiendo que lo que allí hay es una dictadura. Es decir, señalaré, uno por uno y cronológicamente, todos los procesos electorales a los que se ha enfrentado el malvado dictador Hugo Chávez:

  • Elecciones presidenciales de diciembre de 2008: Hugo Chávez vence con un 56,2% al principal candidato opositor: Henrique Salas Römer.
  • Referéndum constituyente de abril de 1999: Casi el 85% de los electores optan por la convocatoria de una Asamblea Constituyente que redacte una nueva Constitución que supere la de 1961.
  • Referéndum constituyente de diciembre de 1999: El 71,78% de los votantes aprueba en referéndum la nueva Constitución, frente al 28,22% que opta por el NO.
  • Elecciones presidenciales de julio de 2000: El 59,73% de los venezolanos con derecho a voto elige a Chávez frente al a Arias Cárdenas. Estas elecciones se celebran el mismo día que las regionales y locales.
  • Referéndum presidencial de agosto de 2004: Después de dos años de haber dado un golpe de Estado contra Hugo Chávez, la oposición (repito, la OPOSICIÓN) reclama un referéndum para que el pueblo venezolano decida si Chávez continúa o no en el poder. El resultado es que el 59,1% de los votantes deciden que Hugo Chávez continúe siendo el presidente de la República Bolivariana de Venezuela.
  • Elecciones regionales y locales de octubre de 2004: El frente compuesto por los partidos y movimientos que apoyan a Chávez, es decir, el oficialismo, triunfan en 22 de los 24 estados federales de Venezuela y en aproximadamente el 80% de los municipios. La oposición pierde 6 de los 8 estados que controlaba y la mayor parte de las alcaldías.
  • Elecciones legislativas de diciembre de 2005: Se celebran para elegir a los 167 diputados de la Asamblea Nacional. Los seguidores de Chávez obtienen los 167 escaños, pero, ¿por qué? Pues, curiosamente, porque la oposición no confiaba en el Consejo Nacional Electoral y, por tanto, decidió retirar sus candidaturas. Nadie los vetó.
  • Elecciones presidenciales de 2006: Con un respaldo electoral del 62,84%, Hugo Chávez vence al principal candidato opositor, Manuel Rosales, que obtiene un 36,9%.
  • Referéndum sobre Reforma Constitucional de diciembre de 2007: La reforma propuesta por Hugo Chávez es rechazada por un estrecho margen con el 50,83% de los votos.
  • Elecciones regionales y locales de noviembre de 2008: Se celebran elecciones en 23 estados federales. El frente oficialista triunfa en 18 de ellos y la oposición pasa de controlar 5 gobernaciones.
  • Referéndum sobre Enmienda Constitucional de febrero de 2009: El gobierno propone la reforma de cinco artículos de la Constitución. El 54,86% de los votantes respalda la reforma.
  • Elecciones legislativas de septiembre de 2010: La coalición oficialista del PSUV-PCV, encabezada por Hugo Chávez, obtiene 98 de los 165 escaños de la Asamblea Nacional, frente a los 67 de la oposición.
  • Elecciones presidenciales de octubre de 2012: Hugo Chávez experimenta, por cuarta vez consecutiva, otra victoria electoral con el 55,07% de los votos y vence al candidato unitario de la oposición, Henrique Capriles Radonski. Tras esta jornada, el ex presidente estadounidense Jimmy Carter, poco sospechoso de pertenecer a la Internacional Comunista, declara que el proceso electoral de Venezuela es uno de los más transparentes del mundo.
  • Elecciones regionales y locales de diciembre de 2012: Se celebran dos meses después de las últimas elecciones presidenciales. La coalición liderada por el PSUV, de Hugo Chávez, obtiene la victoria en 20 de 23 gobernaciones.





Una vez señalados todos los procesos electorales a los que se enfrentó el Comandante, ¿por qué hablan de dictador los mismos que en España se refugian en las mayorías absolutas (de diputados, ni tan siquiera de votos), las urnas y los votos para hablar de democracia? ¿Por qué Rajoy es demócrata con el 44,63% de los votos, lo que no es una mayoría absoluta, y Hugo Chávez es dictador con el 55,07%, lo que sí es una mayoría absoluta? ¿Será que el Comandante hizo un referéndum para todas y cada una de las reformas constitucionales que planteó mientras Zapatero y Rajoy se pasaron la Constitución, esa que es fruto de una modélica Transición [sic], por el Arco del Triunfo? ¿Será eso lo que no gusta? Los argumentos, si se les puede considerar como tales, que esgrimen los defensores a ultranza del capitalismo, los chovinistas fascistoides y los anticomunistas iletrados para tachar a Hugo Chávez de dictador caen por su propio peso. Para dictador, y de los de verdad, el rompecabezas y cazaelefantes que tenemos como jefe de Estado, momia de un régimen con el que jamás se ha roto, sino del que se ha sido cómplice y cuyos ideólogos y colaboradores se sientan hoy en los consejos de administración de gran parte de las empresas de este país y a la mesa de cualquier espacio público.

Para ir concluyendo, diré que siempre admiré al Comandante Chávez, al pueblo que le siguió en la emancipación del imperio que le había estado sometiendo durante décadas. Siempre le escuché. Siempre le leí. Siempre le admiré. Sin Chávez habría sido muy poco probable, o al menos muy difícil, que se iniciaran otros procesos similares en América Latina y que le tomaron por referente, como los de Ecuador o Bolivia, contra los cuales, por cierto, también han ejecutado golpes de Estado. Siendo consciente de la necesidad de profundización de su proyecto socialista y la Revolución Bolivariana, nunca olvidaré su legado y su significado para los comunistas y, por tanto, para todos los pueblos antiimperialistas del mundo y su aportación a estos.

El pueblo trabajador venezolano depositó en él su confianza, le respaldó de principio a fin. Las únicas víctimas que puede haber son las que han sido fruto de la desinformación y el golpismo mediáticos, y esas posibles víctimas viven en España, donde los grandes medios de (in)comunicación han querido silenciar a muchos los avances que se han producido en en Venezuela en los últimos dieciséis años. Los venezolanos y las venezolanas apreciaban cada día la labor del Comandante, al tiempo que esta Europa insolidaria y oligárquica lo despreciaba, al contrario de lo que hizo a principios de los 90, cuando los soviéticos culpaban a Gorbachov de la inminente desintegración de la URSS y Occidente vendía a bombo y platillo la llegada de SU democracia a Rusia y el resto de repúblicas que conformaban la Unión Soviética. Tanto es así, que al traidor Gorbachov se le otorgó el propagandístico Premio Nobel de la Paz, como ya se hiciera con Obama, aunque lance bombas, o con la Unión Europea, que también lanza bombas o mira para otro lado mientras el fascismo se ha implantado en Grecia. 

Desde anoche me envuelve la tristeza, pero al menos cuento con la convicción de que el pueblo trabajador venezolano, con su madurez, su coraje y su dignidad, sabrá resistir a los embates del imperialismo y continuará, sin ninguna duda, con la Revolución Bolivariana que el Comandante Chávez inició. 



¡Hasta siempre, Comandante!
¡Viviremos y venceremos!
¡Hasta la victoria!

sábado, 6 de octubre de 2012

Venezuela a ocho mil kilómetros


Es obvio que desde la llegada de Hugo Chávez al poder, en 1998, este se ha convertido en el líder más odiado mundialmente, aunque ese odio hacia su persona, su gobierno y sus políticas se restrinja principalmente a las fronteras norteamericanas y europeas. Esto se ha traducido en unas campañas mediáticas de acoso y derribo contra Venezuela y otros países latinoamericanos que, tomando a Venezuela como ejemplo, han iniciado un camino favorable a la mayoría de su población, y no como hasta algo más de una década, cuando unos sectores reducidos y, básicamente extranjeros, tenían bajo su control la inmensa mayoría de los medios de producción, imponiendo en cada uno de estos países unas políticas neoliberales (las mismas que hoy se imponen en Europa) que solo condujeron al más absoluto desastre. Desastre para la inmensa mayoría de la población, no para sus autores.

Son muchas, muchísimas, las personas que en España no comprenden el gran apoyo popular con el que cuenta Hugo Chávez en Venezuela, y el motivo de ello es, evidentemente, la manipulación constante que ejercen los medios de (in)comunicación. Acostumbran a lanzar titulares sensacionalistas y unos datos falsos que, como no puede ser de otra manera, no están respaldados por ninguna fuente oficial; sino por corresponsales extranjeros, grupos de poder, lobbies de la banca y multinacionales, etc.
           
Pero, sin embargo, el respaldo popular que tiene Chávez lo avalan unos hechos y unos datos reales fácilmente constatables. He aquí algunos de ellos:

  • El gasto social antes de la llegada de Hugo Chávez y, concretamente, entre los años 1988-1998, solo acumulaba el 8% del Producto Interior Bruto; mientras que en la década posterior, entre 1999 y 2010, esa inversión social ascendía al 20% del PIB, o lo que es lo mismo, unos 330.000 millones de dólares.


  • De acuerdo con los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística de Venezuela, y avalados por el Banco Mundial (institución poco sospechosa de estar a sueldo de Moscú), la pobreza relativa descendió enormemente al 26,7% en 2009, frente a un porcentaje desolador del 69,0% en 1996. En el caso de la pobreza extrema o absoluta, esta se redujo, en el mismo período de tiempo, de un 36,8% a un 7,5%.




  • La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPALC) estableció en su informe de enero de 2012, poco después de su creación, que Venezuela era el país que, junto con Ecuador, había logrado la mayor tasa de reducción de la pobreza entre 1996 y 2010.


  • Según el índice que mide la desigualdad, el índice de Gini, Venezuela tiene la tasa más baja de toda América Latina: un 0,4068.


  • La tasa de desempleo, según publica también el Instituto Nacional de Estadística de Venezuela, se sitúa hoy en un 7,9%. En la década anterior a 1998, esa tasa no se situó ningún año por debajo del 15%.


  • En 1998, año de la llegada de Hugo Chávez al gobierno, el Salario Mínimo Interprofesional estaba fijado en 185 dólares. Hoy, supera los 500 dólares. Tan solo este año, el Gobierno venezolano lo ha incrementado un 30%: un 15% en mayo y otro 15% en septiembre. En España, mientras tanto, no se ha incrementado en los últimos tres años. Es más, de acuerdo con la Carta Social Europea (de esa Europa que tanto dicen a la que se deben), ahora no debería ser 641€, sino de 1.030€.


  • En 1998, Venezuela contaba con unos 387.000 beneficiarios del sistema de pensiones. Actualmente, el número de beneficiarios roza los dos millones y con una pensión homologada al salario mínimo: 1.916.618 personas.


  • Debido al increíble aumento del gasto social, el número de docentes se ha multiplicado por cinco, pasando de 65.000 en 1998, a aproximadamente unos 350.000 a día de hoy. Con esto se ha conseguido la erradicación del analfabetismo y un acceso a la educación prácticamente pleno.


  • Mientras en España se ha desahuciado a más de 350.000 familias en cuatro años, y con una acumulación de viviendas vacías que supera los seis millones, en Venezuela, solo durante 2011, se entregaron 146.022 viviendas.


  • Venezuela, junto con Cuba, ha puesto en marcha una misión solidaria (la Misión Milagro), que consiste en otorgar asistencia médica a personas de pocos recursos en todo el continente latinoamericano. Se centra, sobre todo, en patologías oculares, glaucomas, cataratas, etc. Esta misión ha devuelto la visión a 1.143.708 personas. Mientras tanto, España hará en 2013 una inversión en Defensa trece veces superior a la inversión en Sanidad.


  • En contra de lo que cuentan la mayoría de los medios en España, Venezuela cuenta con tan solo 13 canales públicos de televisión, frente 61 que son de titularidad y gestión privadas.


  • El gobierno de Hugo Chávez ha propuesto, durante estos años, diferentes cambios constitucionales. Todos y cada uno de ellos se han sometido a referéndum. Y es más, han sido vinculantes y se ha respetado cada uno de los resultados. Aquí, hace un año, PP y PSOE reformaron una Constitución en tres días sin hacer un referéndum. No obstante, nos cuentan que Rajoy es un demócrata y que Hugo Chávez es un malvado dictador.


  • Jimmy Carter, ex presidente de Estados Unidos, ha afirmado que, de 92 procesos electorales, el de Venezuela es el mejor del mundo. Quién iba a decir que un ex presidente de la nación más imperialista y que más guerras ha producido a lo largo y ancho de todo el planeta, diría algo así.


En definitiva, podría seguir aportando decenas de datos más, pero creo que estos son suficientes para hacer comprender el apoyo popular con el que cuenta Hugo Chávez, muy diferente al que, continuamente, pretenden vendernos aquí a través de campañas y propaganda de difamación sostenida y financiada por las mismas élites políticas y, por supuesto, económicas, que acaparaban hasta 1998 todas las riquezas que tiene Venezuela. La Venezuela bolivariana es un ejemplo de admiración e inspiración, y es que el derecho a la propiedad (y con propiedad me refiero a la propiedad de los medios de producción, no a los bienes de consumo) no está, jamás, por encima de la soberanía y el bienestar de un pueblo; en este caso, no está por encima de la dignidad y la valentía del pueblo venezolano. 









domingo, 17 de junio de 2012

Grecia, Syriza y KKE


Para empezar, quisiera dejar claro que, por afinidad ideológica, en Grecia votaría al KKE (Partido Comunista de Grecia). Sin embargo, ante la imposibilidad de que se haga con el Gobierno del país, desde aquí apoyo a Syriza sin desprestigiar al KKE. Un pacto entre ambos sería, ante la situación actual de Grecia, la mejor opción; al menos desde mi punto de vista. Pero ese acuerdo parece también imposible.

El 6 de mayo, por primera vez en muchísimo tiempo, los dos partidos mayoritarios de un país europeo no lograron, ni siquiera entre ambos, una mayoría absoluta que les permitiera hacerse con el Gobierno. El ascenso de Syriza hasta la segunda fuerza más votada –en las anteriores elecciones había quedado en quinta posición, incluso por debajo del KKE– les rompió el esquema tradicional que venía repitiéndose durante décadas. Al producirse esta situación, Syriza pidió el apoyo del KKE para la formación de Gobierno, negándose tajantemente a un acuerdo con el PASOK (PSOE griego) y con ND (PP griego). El KKE se negó a esta petición, por lo que fue imposible la formación de Gobierno y han tenido que repetirse hoy las elecciones. Hay que decir, además, que en el conjunto de los diferentes partidos comunistas de Europa, el KKE es digno de respeto y admiración: es un partido de vanguardia capaz de movilizar a una masa de gente superior a la que pueda convocar un sindicato, es pionero en la reivindicación de los derechos de la clase trabajadora y de ser un pilar fundamental en la organización de la lucha social que ha imperado en Grecia durante los últimos años.

Sin embargo, a pesar de esa capacidad reivindicativa y aglutinadora, no ha conseguido recabar gran parte del voto obrero, que ha ido a parar principalmente a Syriza. Es por ello por lo que creo que es necesaria, ya no solo en Grecia, sino en toda Europa, la creación de frentes de izquierdas en los que los partidos comunistas deben ejercer un papel esencial en la organización de la lucha social. La historia demuestra que es imposible romper con este sistema capitalista si antes no se crea un proceso de concienciación que conduzca a dicha ruptura.

Aunque ya he dicho que por afinidad votaría al KKE, expondré por qué apoyo a Syriza.

En primer lugar, porque Syriza es una formación completamente a la izquierda del tradicional partido socialdemócrata PASOK y con altas probabilidades de llegar al poder, destruyendo así el bipartidismo imperante en Grecia, en España y en todos los países de Europa. Es algo que nunca había visto y, ciertamente, me ilusiona tener ahora esa posibilidad. Y todavía me ilusiona más cuando veo que la inmensa mayoría de los medios de (in)comunicación, sujetos a las órdenes del capital español y europeo, vomitan sobre la formación argumentando que su triunfo supondría la hecatombe europea, el caos, un apocalipsis inminente. Desatan su furia advirtiendo de que solo existen dos opciones: por un lado, Europa, su Europa, la Europa de la deuda, los rescates, el chantaje y la extorsión; y, por otro, la Europa del caos.

En segundo lugar, aun no siendo una formación completamente rupturista con el capitalismo, cuenta con un programa que, de cumplirse firmemente, podría ser el inicio de un proceso ilusionante para la clase trabajadora. Y ya no solo de Grecia, sino de España, Portugal y de toda Europa.

En dicho programa se llevan, entre otras cosas, la nacionalización de la banca, la nacionalización de sectores estratégicos (energía, transportes…), la retirada inmediata de los soldados griegos en países extranjeros, la suspensión de las relaciones diplomáticas con el Estado genocida de Israel, la salida de la OTAN o el apoyo a la creación de un Estado palestino dentro de las fronteras de 1967, etc.

No obstante, en España, y seguramente en otros países, nos encontramos con un sector que parece controlar la verdad única y absoluta. Hablo de los auténticos, de los verdaderos rojos. Así es como pretenden mostrarse, alegando que Syriza es una formación reformista y no rupturista. Y sí, es cierto y es obvio que existe reformismo. También existe reformismo en Venezuela, y no por eso dejamos de apoyar el proceso revolucionario iniciado por Chávez hace unos años y que, previsiblemente, podrá seguir llevando a cabo. También existe reformismo en Ecuador, y no por eso dejamos de apoyar a Rafael Correa. También es obvio que Cristina Fernández no quiere romper con el capitalismo pero, ¿no apoyamos los comunistas la nacionalización de YPF? Claro que la apoyamos porque consideramos que es positivo para la clase obrera. Ojalá ahora mismo, en España, existiera una formación con la posibilidad de alcanzar el poder con un programa como el de Syriza. ¿No apoyamos los comunistas la salida de la OTAN? ¿No nos oponemos completamente a las intervenciones militares? ¿No abogamos por la creación de un Estado que devuelva a los palestinos lo que Israel lleva décadas arrebatándole? ¿No exigimos la nacionalización de los sectores estratégicos? Yo estoy seguro de que sí. Estoy seguro de todo eso y de mucho más.

Lo que está claro es que lo que en principio puede parecer un programa opaco y confuso, puede suponer el asentamiento de las bases para un proceso revolucionario donde un pueblo profundice cada vez más en el camino hacia la subversión total del sistema que les oprime. Todos sabemos que el paso del capitalismo al socialismo no se produce en tres días, sino a través de un proceso revolucionario y transitorio. Y es aquí donde el KKE puede tomar la última palabra y ser la vanguardia que fuerce a Syriza a la adopción de posturas más radicales y revolucionarias. Un frente, sea de la índole que sea, tiene como fin último la defensa de un objetivo común y quienes lo conforman saben que entre ellos existen diferencias. Ni en Grecia, ni aquí ni en ninguna parte existen dos partidos iguales. Tampoco los había aquí, por ejemplo, cuando el PCE impulsó la política del Frente Popular con el objetivo principal de defender la República que había nacido unos años antes. 

Lo que no podemos hacer es esperar a que un pueblo otorgue una mayoría absoluta, sino luchar en el día a día, que es lo que lleva a la revolución. La vía parlamentaria es eso, una vía, un recurso más por el que canalizar la lucha. Pero, ni de lejos, la única. El comunista tiene la obligación de analizar la situación de la clase a la que defiende, la situación de la clase trabajadora, con el fin de crear conciencia en ella y establecer estrategias que lleven a una emancipación cada vez mayor. Y el pueblo griego, al igual que ha desbancado al PASOK y a ND, sabrá responder con contundencia si Tsipras, líder de Syriza, no cumple con lo que le ha prometido.

Dicho todo esto, como algunos ya habéis hecho, podréis llamarme reformista, también –sin lógica alguna- imperialista pro-OTAN, y otras chorradas más. Lo único que sé es que la situación del pueblo griego no es idónea para esperar sentados a que la revolución estalle de la noche a la mañana, mientras en Grecia ya falta comida hasta en las cárceles, hay niños que se desmayan en los colegios debido a la malnutrición, la tasa de suicidios no hace más que aumentar, o el abandono de niños ha incrementado un 300% en dos años. No sé cómo estará vuestra conciencia, pero la mía está tranquila. 

lunes, 11 de junio de 2012

Todos para uno y uno para nadie: RESCATE


La fecha del 9 de junio podríamos marcarla bien en el calendario, porque ese día es el pistoletazo de salida para lo que se avecina en el marco del futuro económico de este país.

El préstamo al que va a acceder España para ayudar a sus bancos asciende a 100.000 millones de euros. Es con esta frase con la que el presidente del Gobierno, en su recurrente estilo embustero, se permite querer engañar a toda la opinión pública haciéndole creer que nos ha tocado la lotería y que, por eso, nos regalan 100.000 millones. Es por ello por lo que ayer se fue a celebrarlo a Polonia, porque es una gran noticia. Es obvio que ahora la plebe puede estar más tranquila que nunca: nuestras pensiones están aseguradas, nuestros salarios también, porque no bajarán más, nuestros ahorros – quien los tenga – también, etc.

El presidente del Gobierno llegó a serlo afirmando que no daría ni un euro público a la banca. Evidentemente, creer esto es absurdo, pero muchos lo hicieron. El borreguismo en España es deporte nacional, tanto que llegó a la Moncloa sin ninguna verdad.

Aunque la verdad, y toda la verdad, es que estamos INTERVENIDOS HASTA LAS CEJAS, tanto como lo están Grecia y Portugal, o incluso más. Y a continuación expondré los motivos que me llevan a afirmarlo rotundamente:

1.- Ese préstamo de 100.000 millones de €, para el que han nacido ya decenas de eufemismos (apoyo financiero, ayuda a la banca…) va a parar directamente al FROB (Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria), un organismo que creó Zapatero en 2009 para inyectar dinero público a las entidades con problemas. Como se trata de un organismo creado por el Estado y del que depende, es un organismo PÚBLICO. Es decir, que esa enorme cantidad de dinero no va directamente a los bancos sin pasar por el Estado, que es lo que nos quieren hacer creer, desde De Guindos hasta la prensa más cavernícola y reaccionaria. En definitiva: el Estado es el avalista de ese préstamo.

2.- Si el Estado es el avalista del préstamo, y si uno, dos, tres bancos no pueden devolver el dinero, es el Estado el que asume su devolución al Fondo de Rescate Europeo.

3.- Los bancos privados, que exigen su independencia hasta que se ven con problemas y avisan al Estado para que les salve (otra contradicción del capitalismo), no devuelven una cantidad tan grande como esta, y menos con sus correspondientes intereses: ni han devuelto los casi 200.000 millones que han recibido desde 2008, ni devolverán estos nuevos 100.000 millones.

4.- Aunque los bancos devolvieran esos 100.000 millones, los intereses corren a cuenta del Estado, es decir, de nosotros, los ciudadanos.

5.- ¿Cómo van a devolver esa cantidad unos bancos a los que se recapitalizan porque no tienen dinero?

6.- Esos 100.000 millones de € se suman ahora a la prácticamente impagable deuda pública, es decir, la deuda pública incrementará ahora un 10%, alcanzado casi el 90% del PIB. Sin embargo, los intereses de esa cantidad pasan a computar como déficit y, para poder cumplir con los objetivos que la UE ha marcado a España, hay que recortar más; así es lo que se deduce del gran reformazo constitucional perpetrado por el PP y PSOE en septiembre del año pasado. Veremos si se incrementa el IVA o, en cambio, se incrementa el impuesto de las SICAV. ¿Apostamos?


viernes, 30 de marzo de 2012

Crónica de una huelga anunciada

Las horas previas al inicio de la huelga general del jueves parecían determinar ya cuál sería el objetivo del Gobierno: vendernos la moto de que la huelga fracasaría. Las portadas de los medios de (in)comunicación que duermen bajo el brazo del Gobierno ya estaban editadas desde el 9 de marzo, día en que se convocó la huelga. No pudieron imprimirse antes del jueves porque les faltaba la foto, una foto que, evidentemente, atentaría contra la objetividad periodística; vamos, para no variar, hacer gala de la base de su artillería: el terrorismo mediático.

A todo ello se ha sumado una especie de demagogia invasora, la estrategia goebbeliana de repetir y repetir hasta convertir en verdad. La ministra de Trabajo, ejerciendo con un cinismo de límites insospechados, tuvo las narices de afirmar que el Gobierno estaba llevando a cabo las medidas para las que el pueblo le había legitimado en las urnas. Se equivoca profundamente la señora ministra: nadie ha legitimado a este Gobierno a aprobar sus medidas, sencillamente porque ni siquiera iban en su programa electoral. Pero bueno, así son y así serán. No todos los mentirosos se hacen, algunos nacen así.

Lo cierto es que si hay algo objetivo es que la huelga general ha sido un éxito: todos los que estuvimos en las manifestaciones y todos los que estuvimos participando en piquetes informativos desde las 00:00 del jueves sabemos que así fue. Las fotos, los vídeos y, sobre todo, los datos, están de nuestro lado. En Madrid, por ejemplo, los asistentes a la manifestación fueron 900.000 personas, y así lo reflejaron los medios internacionales. En comunidades como Galicia, País Vasco y Navarra, el paro fue secundado por más del 90%. En Las Palmas de Gran Canaria, donde se afirma que ha sido la mayor manifestación en los últimos 25 años, la manifestación de las 18:00 fue respaldada por más de 100.000 personas. Donde único no fue secundada la huelga por más del 65% fue en Aragón y Castilla-La Mancha; en el resto de comunidades, inclusive las ya mencionadas unas líneas arriba, el paro se situó entre el 65 y el 90%. El sector donde menos se notó fue la hostelería, pero es donde siempre el seguimiento tiene menos incidencia: ¿cuántos de los cinco millones de parados no podrían ser camareros? La respuesta es obvia.

No obstante, como marca la tradición, el escaparate mediático del Gobierno destinó todos sus esfuerzos a informar sobre hechos violentos, que fueron mínimos y, en su mayoría, manipulados. Si no tienen la foto que buscan, ya se encargan de encontrarla.

Aun así, hay que dejar sobre la mesa que el éxito de la huelga ha quedado garantizado. Seguramente no vaya a tener incidencia directa sobre la agenda del Gobierno, pero la huelga del 88 logró retirar un decretazo de Felipe González y la de 2002 logró lo mismo, incluida la dimisión del ministro de Trabajo. Nada está perdido y sobre el futuro no hay nada escrito. Además, no debemos olvidar un dato relevante: si esta contrarreforma laboral no fuera tan agresiva, el seguimiento habría sido incluso mayor, pues muchos trabajadores estuvieron coaccionados por sus patronos en todo momento. Empresas como El Corte Inglés (delante de la cual, casualmente, el ministerio del Interior desplegó grandes efectivos), Mercadona o Carrefour lideraron la lista de piquetes patronales. Hubo trabajadores que se dejaron llevar por miedo, pero como pudo comprobarse, no todos. Este atentado contra toda la clase obrera y estudiantil es el único responsable de que el pueblo se lance a la calle. El pueblo sabe responder a una contrarreforma que legaliza el despido prácticamente libre, que otorga todo el poder al patrón para modificar jornadas, horarios y turnos de forma prácticamente unilateral. Se trata de una contrarreforma que da poder a los empresarios para despedir si tras tres trimestres sus ingresos se sitúan por debajo del margen que previamente habían establecido, y sin que sea necesario que esa reducción de ingresos vaya unida a un incremento de las pérdidas. Es, además, una contrarreforma que fulmina de golpe el carácter vinculante de los convenios colectivos; pues el patrón podrá descolgarse de él cuando le salga de sus burgueses cojones. A todo esto y mucho más, la clase obrera responde con la más poderosa de sus armas: la huelga general.

En definitiva, el éxito de ayer debe ser aprovechado por los trabajadores y, en especial, por todos los sindicatos, para acentuar la lucha. Una victoria nunca es fácil, pero la única lucha que se pierde es la que se abandona. Aprovechemos el apoyo y, desde la convergencia y la correlación de fuerzas, continuemos hacia adelante y con la cabeza alta que, como se sabe y parafraseando a Marx, la clase obrera no tiene nada que perder, excepto sus cadenas. Ánimo, y adelante. 




¿Y SI ESTO NO SE ARREGLA? ¡HUELGA, HUELGA, HUELGA!




martes, 21 de febrero de 2012

ME NIEGO


El instituto de Almassora expulsa al alumno que hizo la foto de las mantas. Ese era el titular que encabezaba una noticia en el diario Levante-emv de hace algo más de un mes, el 18 de enero. Con el titular, quienes no hayáis tenido la oportunidad de leerla, ya deduciréis qué era lo que en ella se relataba: un estudiante que, al ver las pésimas condiciones en que se encontraba su centro, decidió tomar una foto del aula en la que él y sus compañeros se cubrían con mantas llevadas de casa ante la ausencia de calefacción por los impagos de la Generalitat Valenciana. Sí, esa institución en la que día sí y día también convive un extensa piara de cerdos ladrones –no se me ocurre una manera más denotativa de calificarlo– que no tienen ningún reparo en apiñar a centenares de alumnos en barracones, no en colegios, mientras la burguesa de traje rojo y fallera mayor vitalicia, Rita Barberá, considera que un bolso de Louis Vuitton es un regalo normal. Pero bueno, mi intención no es dedicar esta entrada al Tea Party español, sino a quienes se lo merecen: los estudiantes y profesores valencianos.

Como ya sabéis, han sido circunstancias como la que inicia este post las que han desencadenado desde el pasado miércoles día 15 una protesta estudiantil continuada. Y no hace falta destacar que se trata de una protesta LEGÍTIMA. Sí, habéis leído bien, LEGÍTIMA. Y existen miles de razones para considerarlo así, pero hay una que puede englobarlas a todas: ser el pueblo. No obstante, acudimos a la implantación del neofascismo. Aunque en realidad, ¿por qué utilizo el prefijo neo-? El fascismo jamás ha desaparecido. De ser así, no existiría el antifascismo. El fascismo es la cara amarga del capitalismo. Es este sistema el que, en época de crisis –considerémosla ESTAFA hasta que al menos un banquero o gran empresario se suicide, y no un trabajador– saca a relucir esa cara amarga. Y no, no me estoy inventando nada, porque en un país en el que se golpea a menores por reivindicar mejores condiciones educativas, a periodistas por tratar de informar, o a ancianos por apoyar a los primeros es un país liderado por el fascismo. Solo existen dos diferencias entre el fascismo de hoy y el fascismo de ayer: 1) quienes antes vestían de gris, ahora lo hacen de azul y 2), mientras antes los gobiernos fascistas eran encabezados por militares, hoy lo son por tiburones con corbata.

Por otro lado, estamos siendo testigos presenciales de la burda campaña de propaganda goebbeliana de muchísimos medios de comunicación, o mejor dicho, de muchísimas fuerzas de asalto. Son las fuerzas que cooperan con sus amos para mantener su estúpida democracia occidental creando opiniones que le sean favorables a esta. Me refiero, como imaginaréis, a la incesante retahíla de insultos y manipulaciones vertidas sobre este digno grupo de estudiantes que le ha echado más huevos –y ovarios– que cinco millones de parados; un grupo de estudiantes que conoce mejor los conceptos de conciencia de clase y lucha de clases –que sí, son antiguos, pero no anticuados– que los ¿sindicalistas? negociadores Zipi Méndez y Zape Toxo. Si a estos bípedos les llaman sindicalistas, para referirnos al gran Marcelino Camacho habría que crear un término nuevo. Y es que me niego a aceptar que este país, esta monarquía bananera paraíso de la usura, la corrupción, y cómo no, del fascismo pretenda dar lecciones de democracia a Cuba, a Venezuela o a Argentina, entre muchos otros, cuando, paralelamente, roba la soberanía a su pueblo, permite torturas en comisarías o abre la cabeza a menores. Me niego rotundamente a que en este país nos quieran vender una democracia inexistente con las declaraciones en radios o televisiones, unas horas más tarde, de un grupo de mamporreros, desde la Delegada de Gobierno de Valencia hasta el ministro de Justicia. Me niego a tener que aceptar declaraciones tan vergonzantes como quienes garantizan nuestra libertad han sido violentamente agredidos (Alberto Ruíz Gallardón, en Cadena Ser esta misma mañana). Hombre, la verdad es que refiriéndose a la policía, algo de razón tiene en la primera parte de la frase: la policía garantiza SU libertad, no la del pueblo. Porque si la policía ha garantizado algo en Valencia y lo que no ha sido Valencia, especialmente ayer, ha sido el terrorismo de Estado. Y ya el Jefe Superior de la Policía en Valencia dejó claro que los estudiantes son el enemigo. En definitiva, el pueblo. Aunque declaraciones así no son de extrañar si quien las da es alguien afín a España 2000. Y ni hablar de las de José Manuel Sánchez Fornet, secretario general del SUP y que en su cuenta de Twitter se jacta de decir que defiende los DDHH y, simultáneamente, llama nazis, terroristas y Kale Borroka a todo manifestante con dos piernas. Me niego a… me niego a muchísimas cosas dentro de este sistema, porque aunque ellos intenten vender lo contrario, no todos simpatizamos con su sistema. Por eso a quienes pensamos así nos llaman antisistemas, mientras que cuando se refieren a ciudadanos de países que no son de su cuerda fascioliberal, les llaman disidentes. Es curioso. También me niego a eso: prefiero que me llamen disidente a antisistema. Pero, sinceramente, me suda el orto.

En resumen: la única vía que nos queda es la lucha unitaria, una lucha que cada vez se torna más necesaria. ¿Sabéis cuántos policías hay en España? 76.000. De desempleados hay 5.000.000 y de estudiantes, otros tantos. La alternativa solo está fundamentada en tres pasos: unión, organización y acción. Y es que, en una época de extorsión y chantaje, la resistencia popular es un derecho y la desobediencia, un deber.


Organícense, porque necesitaremos de toda nuestra fuerza, Antonio Gramsci


jueves, 5 de enero de 2012

#SOSPúblico


Desde hace años, si no décadas, se percibe cómo los medios de comunicación han quedado, casi en su totalidad, absorbidos por el capital, un arma de destrucción masiva que utiliza una infinidad de mecanismos de todo tipo con el único objetivo de copar el control de las mentes ciudadanas. 

Entre tantos mecanismos, los medios de comunicación representan, sin duda, la senda preferida por el capital como la forma más directa y evidente de crear en los ciudadanos opiniones que le sean favorables. Solo es necesario echar una ojeada a la estructura de propiedad de los medios de comunicación para comprobar la homogeneidad de la que gozan. En resumen: el derecho a la información ha pasado a ser un negocio más a la par que crece la libertad de empresa en detrimento de la libertad de prensa. 

Pero bueno, quizás este podría ser un asunto que pudiese cuestionarse en profundidad en otro momento, aunque esté estrechamente relacionado con el motivo de esta entrada: la posible desaparición del diario Público

Público nació en 2007 situándose en el conglomerado periodístico como un medio que estuviese más a la izquierda de otros como El País. Así fue como comenzó y, hace unos días, su editora anuncia un concurso de acreedores. Esto, así como suena, es una malísima noticia, y explico a continuación por qué:

Público es, para mí, un referente informativo a nivel nacional que, en muchas ocasiones, influye en mis opiniones sobre diversas cuestiones. No es que sea el medio que se ajuste completamente a mis ideas o a mi forma de concebir la realidad, por lo que a diario también acudo a medios independientes, proyectos ciudadanos configurados mediante un conjunto de aportaciones anónimas, unos proyectos que, desde mi punto de vista, son completamente necesarios. Hablo de medios como Kaosenlared, Tercera Información o Rebelión. Pero sí es cierto que es el único diario de tirada nacional que, en mayor o menor medida, se puede acercar. No siempre me han gustado los enfoques que da para cubrir determinados sucesos, pero es verdad que es, de entre todos los diarios nacionales, el único que sigue y defiende una línea de izquierdas y donde tienen cabida todo tipo de opiniones de las izquierdas. 






Público ha sido el proyecto que lleva tiempo, a través de su especial Memoria Pública, reivindicando la Memoria Histórica, la justicia y la reparación que merecen las víctimas que lucharon por la libertad en este país durante tantísimas décadas. A día de hoy, los crímenes contra el 100% de las víctimas del fascismo continúan impunes. Es, cuanto menos triste, que sean terceros países, después de tantos años, quienes se propongan investigar a los ejecutores del Franquismo. Asimismo, también expone lo mejor de la tradición y la causa republicanas.


Público ha sido el diario que ha dado, aunque no coincidiendo siempre con mi punto de vista, cobertura a los procesos democráticos de países como Venezuela o Argentina y que ha tenido la capacidad de denunciar, en algunas ocasiones, el bloqueo que sufre Cuba desde 1962. 

Público ha sido también el diario que ha puesto en cuestión las acciones antidemocráticas de EEUU, mientras otros se comportan continuamente como borregos de este. Al menos, Público también ha dado voz a causas que otros medios olvidan, intencionadamente, como la causa saharaui o la causa palestina. Aunque, en mi opinión, habría que subir el volumen de esa voz. También en Público se da cabida opiniones altamente críticas con la situación actual, como las de Chomsky o Vicenç Navarro, vetados por otros medios. Además, en cuanto a los últimos movimientos sociales, como el 15M, ha sido el diario de tirada nacional que más cobertura digna le ha otorgado; evitando caer en la manipulación y la criminalización propias de otros diarios. Etc., etc., etc.

En definitiva, las opiniones y los enfoques de Público no coinciden siempre con los míos, pero bastante homogéneo está ya el entramado mediático español (a excepción de los medios independientes como a los que he aludido anteriormente), como para perder la línea editorial de Público que, al menos, mantiene con vida las voces discordantes y la sed de información de muchos. Ni que decir de sus 160 trabajadores, que son los que saldrían peor parados, nunca mejor dicho, de esta situación, pues el periodismo está entre los sectores más perjudicados por esta crisis del capitalismo, que fue crisis durante unos días pero, durante años, ha sido una estafa capitalista. No podemos permitir su pérdida en un momento en el que la denuncia y las respuestas sociales se hacen más necesarias cada día.

Estoy seguro de que las diez personas españolas más ricas en bolsa, que aumentaron su fortuna en 2011 un 8%, o que los que han hecho que la venta de coches de lujo incrementara un 80%, no leen Público. Y es que Público no está hecho para ese tipo de audiencia, sino para otra muy distinta. 

#SOSPúblico 

#PorquePúblicoHaceFalta