miércoles, 6 de marzo de 2013

Hasta la victoria siempre

Ayer, alrededor de las 22:00 horas, muchos recibíamos con tristeza la noticia del fallecimiento del presidente venezolano Hugo Chávez, icono de la América Latina rebelde, revolucionaria y uno de los símbolos de todos los pueblos del mundo que luchan día sí y día también por la emancipación del imperio, del poder económico capitalista y del entramado mediático.

Chávez, procedente del seno de una familia obrera, apareció por primera vez en el escenario internacional tras el intento revolucionario de 1992, en el que él y otros jóvenes oficiales trataron de derrocar al entonces presidente Carlos Andrés Pérez, máximo responsable de las casi 3.000 muertes provocadas tres años antes, los días 27 y 28 de febrero de 1989 durante lo que conocemos como el Caracazo, momento en el que cientos de miles de venezolanos se rebelaron contra un paquete de planes económicos que había anunciado el gobierno y que había sido diseñado y promovido por el Fondo Monetario Internacional. El ejército y la policía, a las órdenes del gobierno, masacraron a miles de civiles. Pocos años después, con esas muertes directas a sus espaladas, tales medidas solo se tradujeron en un incremento de la pobreza, el paro, el hambre y la miseria... Hasta suena cercano, ¿verdad?

El intento fracasó, y Hugo Chávez tuvo que enfrentarse a varios años de prisión, pero esto no evitó que entre el pueblo trabajador venezolano se sembrara una semilla que pronto supondría la cosecha de un espíritu rebelde, revolucionario y emancipador. Tanto fue así, que después de salir de la cárcel y dotar de contenido su proyecto, Chávez asumiría el poder el 2 de febrero de 1999 jurando sobre, en propias palabras del Comandante, la moribunda Constitución de 1961, tras su victoria electoral de noviembre de 1998 con un respaldo popular del 56,2%. Y tenía razón cuando hablaba de Constitución moribunda, porque, poco después, en abril del mismo año, se celebraría un referéndum en el que un aplastante 84,74% decidiría convocar a una Asamblea Constituyente que redactase la nueva Constitución Bolivariana. Y así fue: se redactó y, en diciembre de 1999, un año después del triunfo electoral de Chávez, el 71,78% aprobó mediante referéndum la nueva Constitución. Es en este momento donde suele situarse el pistoletazo de salida de la Revolución Bolivariana, caracterizada por la independencia del pueblo venezolano del imperio y las oligarquías económicas de EEUU y Europa occidental, la construcción del socialismo y la solidaridad internacionalista.

No seré yo quien considere sinónimos los conceptos de democracia y urnas, pues básicamente porque vivimos bajo una democracia burguesa al servicio de los dictados del capitalismo, que se canalizan por instituciones como el BCE, el FMI o la UE; pero, quienes si lo hace y se llenan la boca con palabras como democracia, votos, urnas, etc., y se sienten legitimados para señalar qué país es democrático y cuál no deberían recurrir a otra excusa o, al menos, preparar mejor sus argumentos, para tachar a Hugo Chávez de dictador. Porque si algo ha habido en Venezuela ha sido democracia, votos, urnas y demás. Y no solo me refiero a los procesos que ya he señalado, sino a esos y a todos los demás que han venido después y que más adelante señalaré. Sencillamente, es obvio el papel que han desempañado en nuestro país los lobbies mediáticos y los intelectuales orgánicos para manipular, cuando no desinformar, sobre todo lo que sucede en Venezuela y, para presentar como democrático y bueno algo como el golpe de Estado de 2002, ejecutado por la patronal venezolana Fedecámaras, jaleado por medios como El País, aplaudido por gobiernos extranjeros como el estadounidense, presidido por George Bush, o el español, presidido por José María Aznar. Criminales de guerra aparte...

Dicho esto, pasaré a anunciar un conjunto de datos sociales y económicos que derriban tajantemente la cantidad de desinformación, las reiteradas mentiras y los continuos insultos que durante años han vertido contra Venezuela y que, sin ninguna duda, seguirán vertiendo. Allá vamos:

Según el Instituto Nacional de Estadística de Venezuela y el Banco Central de Venezuela, y avalado por organizaciones internacional, la pobreza relativa descendió del 70,8% en el año 1996, al 26,7% en 2009, y al 21% en 2012. En el caso de la pobreza extrema o absoluta, la tasa del 39,5% de 1996 se redujo a un 7,5% en 2009 y a un 6,5% en 2012. Cabe añadir que, por establecer una analogía con la pobreza relativa en Venezuela, en España, según el INE, el 21,1% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza...


Asimismo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CELAC) anunció en su informe de enero de 2012 que Venezuela, junto con Ecuador, había logrado la mayor tasa de reducción de la pobreza entre los años 1996 y 2010.

En cuanto al gasto social como porcentaje del Producto Interior Bruto, entre los años 1988 y 1998, acumulaba el 8%, mientras que entre 1999 y 2010 tal inversión fue de más de 330.000 millones de dólares o, lo que es lo mismo, alrededor del 20% del PIB.

El Banco Central de Venezuela también nos proporciona datos sobre la evolución del PIB en 2011 y 2012: Venezuela cerró con un crecimiento del 4,2% en 2011 y del 5,5% en 2012, año que acabó con un 6,4% de paro frente al más del 25% en España. Igualmente, en el siguiente gráfico puede apreciarse la evolución del PIB en los años anteriores y cómo influyeron los actos de sabotaje de la patronal y el golpe de Estado de 2002:



Para continuar con el ámbito del trabajo, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en Venezuela era de 185 dólares en 1998, mientras que a día de hoy supera los 550 dólares. Tan solo en 2012, y con la aprobación de la nueva LOT (Ley Orgánica del Trabajo), el gobierno venezolano aumentó el SMI un 30%: un 15% en el pasado mes de mayo, y un 15% en el pasado mes de septiembre. En España, tras cuatro años sin subirlo, el pasado enero no los han incremento un 0,6%, poco más de 3€. ¿Comparaciones odiosas?

Además, mientras en 1998 solo alrededor de 387.000 jubilados recibían su pensión, en 2012 lo hicieron 1.916.618, con una pensión homologada al SMI.

Frente a lo que se nos dice, o mejor, se nos bombardea una y otra vez, de que en Venezuela no existe la pluralidad informativa ni la libertad de expresión, no puede haber una realidad que contrarreste mejor tal afirmación. Con lo primero, supongo que se referirán a la envidiable pluralidad que gozamos en nuestro país: cuatro de las portadas de hoy llevan una imagen de Hugo Chávez junto a la palabra caudillo. Tener más o menos periódicos no implica mayor pluralidad, basta con la existencia de monopolios, como el del magnate Lara Bosch (La Razón, Antena 3, La Sexta…), para evidencia la ausencia de pluralidad. Y, con lo segundo, supongo que se alude a la presencia en Venezuela de decenas de reporteros de medios del Estado español, a la existencia de 61 canales de televisión privados frente a 13 públicos, o a portadas como la siguiente:


Por otra parte, la inversión en vivienda no es un asunto baladí. Solo en el año 2011, en el marco de la Gran Misión Vivienda, en Venezuela se entregaron 146.022 viviendas de obra pública, mientras que en España hay millones de viviendas vacías en manos de la banca e inmobiliarias a la vez que ha habido más de 300.000 desahucios desde 2008. Según el CGPJ, la media de desahucios diarios es de 526. Claro que, mientras en Venezuela se nacionalizan sectores estratégicos como el petróleo o se nacionaliza un banco, con sus pérdidas y beneficios, aquí, como somos los máximos exponentes de la democracia, lo hacemos de otra manera: socializamos las pérdidas de la banca, SOLO las pérdidas, entregándoles millones de dinero público, permitimos que esa banca continúe desahuciando a familias y, cuando esa banca está saneada, la volvemos a privatizar. Es democracia, democracia burguesa. Capitalismo. Si va bien, que no intervenga el Estado; si va mal, que lo haga hasta que se recupere. Y así, también somos muy pioneros en socializa las deudas de clubes de fútbol, como ha hecho la Generalitat Valenciana con el Valencia C.F. Ya es sobrepasar los límites de la esquizofrenia paranoide.

Además, también cabe señalar, y para contrarrestar las mentiras de la trama mediática, la inversión sanitaria de los gobiernos de Hugo Chávez y lo que ha supuesto:

El número de médicos de atención primaria en el sector público se multiplicó por doce en nueve años: en 1998 eran solo 1.628 y, en 2007, la cantidad ascendía a 19.571. Esto supuso la atención de millones de venezolanos que, durante décadas, nunca habían tenido acceso a estos servicios básicos. Y, asimismo, mientras en 1998 había 18 médicos por cada 10.000 habitantes, en 2012 había 58 por cada 10.000. Y no es baladí tampoco la inversión en infraestructura sanitaria: la Misión Barrio Adentro logró para 2007 la construcción y habilitación de 8.621 centros de atención primaria, frente a los 1.728 existentes en 1998, año de la llegada de Chávez al poder.


Estrechamente ligado con lo anterior, en 1999, solo 355 enfermos de VIH recibían tratamiento antirretroviral por parte del gobierno, un dato que choca drásticamente con el de 18.538 que lo recibían solo siete años después, en 2006.

Otro aspecto muy importante que merece ser señalado, por su naturaleza básica, es el acceso al agua potable. De acuerdo con el Sistema de Indicadores Sociales de Venezuela (SISOV), en 1998 el 80% de los venezolanos tenían acceso al agua y el 62% al saneamiento. En 2007, los porcentajes habían aumentado, respectivamente, al 92% y al 82%.



En cuanto al desarrollo de otro de los derechos básicos, el de la educación, hay que destacar la inversión en personal docente: en 1998, cuando Hugo Chávez gana sus primeras elecciones presidenciales, el número de profesores en todos los niveles educativos era de 65.000. Catorce años después, en 2012, la cifra rondaba los 350.000. Esto ha hecho que se garantice el acceso pleno, público y universal a la educación y se haya erradicado, como avala la UNESCO, el analfabetismo. En la misma línea, Venezuela se situó en 2012 como el segundo país de América Latina y como el quinto del mundo en proporción de estudiantes universitarios.

En lo que se refiere a la solidaridad internacionalista, algo que para muchos en este país es cosa de dictadores, son merecedoras de mención las misiones conjuntas que ha desarrollado Venezuela junto con otros países como Cuba, con el que puso en marcha la Misión Milagro, centrada en atender a personas de toda América Latina que sufren glaucoma, cataratas, etc. Esta misión ha logrado devolver la visión a exactamente 1.143.708 personas. Esto para muchos será una nimiedad, ya que los países democráticos invaden otros mediante uno de los brazos armados del capitalismo: la OTAN. La OTAN es una organización que, como todos sabemos, realiza misiones humanitarias y exporta la democracia a otros territorios y países. A base de bombas, sí, pero bombas democráticas.

Aunque podría seguir desglosando datos hasta la saciedad, voy a terminar haciéndolo con algo que a muchos les gusta emplear para afirmar la existencia de democracia en un país y para, a su vez, negarla en otro asintiendo que lo que allí hay es una dictadura. Es decir, señalaré, uno por uno y cronológicamente, todos los procesos electorales a los que se ha enfrentado el malvado dictador Hugo Chávez:

  • Elecciones presidenciales de diciembre de 2008: Hugo Chávez vence con un 56,2% al principal candidato opositor: Henrique Salas Römer.
  • Referéndum constituyente de abril de 1999: Casi el 85% de los electores optan por la convocatoria de una Asamblea Constituyente que redacte una nueva Constitución que supere la de 1961.
  • Referéndum constituyente de diciembre de 1999: El 71,78% de los votantes aprueba en referéndum la nueva Constitución, frente al 28,22% que opta por el NO.
  • Elecciones presidenciales de julio de 2000: El 59,73% de los venezolanos con derecho a voto elige a Chávez frente al a Arias Cárdenas. Estas elecciones se celebran el mismo día que las regionales y locales.
  • Referéndum presidencial de agosto de 2004: Después de dos años de haber dado un golpe de Estado contra Hugo Chávez, la oposición (repito, la OPOSICIÓN) reclama un referéndum para que el pueblo venezolano decida si Chávez continúa o no en el poder. El resultado es que el 59,1% de los votantes deciden que Hugo Chávez continúe siendo el presidente de la República Bolivariana de Venezuela.
  • Elecciones regionales y locales de octubre de 2004: El frente compuesto por los partidos y movimientos que apoyan a Chávez, es decir, el oficialismo, triunfan en 22 de los 24 estados federales de Venezuela y en aproximadamente el 80% de los municipios. La oposición pierde 6 de los 8 estados que controlaba y la mayor parte de las alcaldías.
  • Elecciones legislativas de diciembre de 2005: Se celebran para elegir a los 167 diputados de la Asamblea Nacional. Los seguidores de Chávez obtienen los 167 escaños, pero, ¿por qué? Pues, curiosamente, porque la oposición no confiaba en el Consejo Nacional Electoral y, por tanto, decidió retirar sus candidaturas. Nadie los vetó.
  • Elecciones presidenciales de 2006: Con un respaldo electoral del 62,84%, Hugo Chávez vence al principal candidato opositor, Manuel Rosales, que obtiene un 36,9%.
  • Referéndum sobre Reforma Constitucional de diciembre de 2007: La reforma propuesta por Hugo Chávez es rechazada por un estrecho margen con el 50,83% de los votos.
  • Elecciones regionales y locales de noviembre de 2008: Se celebran elecciones en 23 estados federales. El frente oficialista triunfa en 18 de ellos y la oposición pasa de controlar 5 gobernaciones.
  • Referéndum sobre Enmienda Constitucional de febrero de 2009: El gobierno propone la reforma de cinco artículos de la Constitución. El 54,86% de los votantes respalda la reforma.
  • Elecciones legislativas de septiembre de 2010: La coalición oficialista del PSUV-PCV, encabezada por Hugo Chávez, obtiene 98 de los 165 escaños de la Asamblea Nacional, frente a los 67 de la oposición.
  • Elecciones presidenciales de octubre de 2012: Hugo Chávez experimenta, por cuarta vez consecutiva, otra victoria electoral con el 55,07% de los votos y vence al candidato unitario de la oposición, Henrique Capriles Radonski. Tras esta jornada, el ex presidente estadounidense Jimmy Carter, poco sospechoso de pertenecer a la Internacional Comunista, declara que el proceso electoral de Venezuela es uno de los más transparentes del mundo.
  • Elecciones regionales y locales de diciembre de 2012: Se celebran dos meses después de las últimas elecciones presidenciales. La coalición liderada por el PSUV, de Hugo Chávez, obtiene la victoria en 20 de 23 gobernaciones.





Una vez señalados todos los procesos electorales a los que se enfrentó el Comandante, ¿por qué hablan de dictador los mismos que en España se refugian en las mayorías absolutas (de diputados, ni tan siquiera de votos), las urnas y los votos para hablar de democracia? ¿Por qué Rajoy es demócrata con el 44,63% de los votos, lo que no es una mayoría absoluta, y Hugo Chávez es dictador con el 55,07%, lo que sí es una mayoría absoluta? ¿Será que el Comandante hizo un referéndum para todas y cada una de las reformas constitucionales que planteó mientras Zapatero y Rajoy se pasaron la Constitución, esa que es fruto de una modélica Transición [sic], por el Arco del Triunfo? ¿Será eso lo que no gusta? Los argumentos, si se les puede considerar como tales, que esgrimen los defensores a ultranza del capitalismo, los chovinistas fascistoides y los anticomunistas iletrados para tachar a Hugo Chávez de dictador caen por su propio peso. Para dictador, y de los de verdad, el rompecabezas y cazaelefantes que tenemos como jefe de Estado, momia de un régimen con el que jamás se ha roto, sino del que se ha sido cómplice y cuyos ideólogos y colaboradores se sientan hoy en los consejos de administración de gran parte de las empresas de este país y a la mesa de cualquier espacio público.

Para ir concluyendo, diré que siempre admiré al Comandante Chávez, al pueblo que le siguió en la emancipación del imperio que le había estado sometiendo durante décadas. Siempre le escuché. Siempre le leí. Siempre le admiré. Sin Chávez habría sido muy poco probable, o al menos muy difícil, que se iniciaran otros procesos similares en América Latina y que le tomaron por referente, como los de Ecuador o Bolivia, contra los cuales, por cierto, también han ejecutado golpes de Estado. Siendo consciente de la necesidad de profundización de su proyecto socialista y la Revolución Bolivariana, nunca olvidaré su legado y su significado para los comunistas y, por tanto, para todos los pueblos antiimperialistas del mundo y su aportación a estos.

El pueblo trabajador venezolano depositó en él su confianza, le respaldó de principio a fin. Las únicas víctimas que puede haber son las que han sido fruto de la desinformación y el golpismo mediáticos, y esas posibles víctimas viven en España, donde los grandes medios de (in)comunicación han querido silenciar a muchos los avances que se han producido en en Venezuela en los últimos dieciséis años. Los venezolanos y las venezolanas apreciaban cada día la labor del Comandante, al tiempo que esta Europa insolidaria y oligárquica lo despreciaba, al contrario de lo que hizo a principios de los 90, cuando los soviéticos culpaban a Gorbachov de la inminente desintegración de la URSS y Occidente vendía a bombo y platillo la llegada de SU democracia a Rusia y el resto de repúblicas que conformaban la Unión Soviética. Tanto es así, que al traidor Gorbachov se le otorgó el propagandístico Premio Nobel de la Paz, como ya se hiciera con Obama, aunque lance bombas, o con la Unión Europea, que también lanza bombas o mira para otro lado mientras el fascismo se ha implantado en Grecia. 

Desde anoche me envuelve la tristeza, pero al menos cuento con la convicción de que el pueblo trabajador venezolano, con su madurez, su coraje y su dignidad, sabrá resistir a los embates del imperialismo y continuará, sin ninguna duda, con la Revolución Bolivariana que el Comandante Chávez inició. 



¡Hasta siempre, Comandante!
¡Viviremos y venceremos!
¡Hasta la victoria!

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